la salud oral cumple un rol fundamental en la prevención y tratamiento de infecciones virales.

Los profesionales de la odontología siempre han estado expuestos a una amplia variedad de microorganismos en su práctica diaria que son capaces de causar enfermedades. El uso de instrumentos punzantes o cortantes o el contacto con fluidos orgánicos potencialmente contaminados tales como: (saliva, sangre), conllevan a un alto riesgo de transmisión de infecciones tanto al personal asistencial como al paciente.
Cuando comparamos la incidencia de algunas enfermedades infecciosas observamos que que los Cirujanos dentistas - odontólogos - estomatólogos, son el grupo de profesionales de muy alto riesgo, que el resto de la población.
La mayoría de estos microorganismos transmisibles son virus y en menor medida bacterias. Algunos generan infecciones leves como el resfriado común, otros pueden originar cuadros clínicos tan graves como el virus de la hepatitis (A, B, C), VIH, SARS-COV-2
La infección por estos patógenos, independientemente de la ruta de transmisión que sigan, requiere la presencia de una serie de condiciones comúnmente conocidas como «cadena de infección».
- En primer lugar debe existir un huésped susceptible que es quien va a ser infectado.
- En segundo lugar, el microorganismo patógeno debe estar en cantidad y virulencia suficientes para poder causar infección.
- Y por último, debe haber una puerta de entrada que permita a este microorganismo ponerse en contacto con el huésped. (boca, ojos, nariz)

Cada uno de estos eslabones de la cadena debe ser considerado a la hora de evaluar la probabilidad de que estos microorganismos consigan su objetivo y a su vez que constituyan las bases sobre las que se asentaran todos aquellos procesos o técnicas que tiendan a minimizar este riesgo.
La boca tiene un papel muy importante en el seguimiento del avance de las infecciones virales. Las lesiones de la mucosa oral son a menudo el primer signo de infección y su desarrollo en individuos ya diagnosticados señala la progresión de la enfermedad.
Además, la saliva puede proporcionar una forma no invasiva de comprobar la carga viral.
Autores como Peng et al. recomiendan utilizar enjuagues que contengan agentes oxidantes como el
peróxido de hidrógeno al 1 %, ya que el COVID-19 es
vulnerable a la oxidación, como también, yodo
povidona al 0.1 % por sus efectos de reducir la carga
de microorganismos en la saliva.
Finalmente sabemos
que en la actualidad no tenemos suficiente evidencia
científica sobre COVID-19 y sus características, como
por ejemplo en respuesta al enjuague bucal con
clorhexidina 0.12 %, que es el más utilizado en las
consultas odontológicas previo a procedimientos quirúrgicos, de forma que es recomendado utilizar otros
colutorios (Bernstein et al., 1989; Peng et al.).Es por todo lo anteriormente expuesto , que el rol de los profesionales de la salud oral es de suma importancia para la prevención y diagnostico de estas enfermedades.

"UNA BUENA SALUD ORAL PUEDE GARANTIZAR UNA BUENA SALUD SISTEMICA".
Elizabeth Córdova Flores.
Cirujano - Dentista
https://www.facebook.com/draelizabethcordovaflores/
Elizabeth Córdova Flores.
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